jueves, 21 de enero de 2010

El Desacato



Me lo hiciste saber con tu zapato
que en silencio acercaba su estocada,
al tiempo que el fulgor de tu mirada
me traía la duda de un novato

y el rojo manifiesto de arrebato
en el rostro que exhibe la llegada
de esta historia que surge de la nada
en la mesa del bar "El Desacato",

que como tal induce a la ruptura
de los lazos que atan al pasado,
a causa de la súbita locura

de un zapato vivaz y desbocado
que deja al corazón en desmesura,
y envuelto en los sabores del pecado.

9 comentarios:

Amelia dijo...

Eres genial. ¿A quién otro se le ocurriría hacer arte en endecasílabo a partir del lenguaje de unos piés (con sus zapatos) bajo la mesa de un bar?

Claro que es un lenguaje en el que el emisor se arriesga a respuestas dispares. Desde el provocador y sensual sí, en ascenso de gozo por la piel contraria, hasta el desengaño del no, en el vértigo de una afilada puntera haciendo diana en el centro mismo de la espinilla o la ineludible presión de un tacón de infarto perforando, sin piedad, sobre la indefensa realidad de un pie descalzo.
Pero claro, quién no se arriesga, no cruza la mar, aunque la mar prometa estos y otros arrebatos.

Como siempre, un placer leerte

Un beso

Amelia

José Antonio Fernández dijo...

Precioso, de veras. Y que a mi estas cosas no me pasen. Yo he notado alguna que otra pisada en el tren, ¿o era una insinuación? La proxima vez me lanzo.
Me ha encantado.

Poesía para olvidar dijo...

que bien, cuando se tiene el genio hasta de un zapato se hace poesia...felicidades

Gustavo Pertierra dijo...

Gracias querida amelia por detenerte en mis letras. Desde luego que tu reflexión es más que atinada, que momento el roce de un zapato, no? como que se hecha una moneda a cara o cruz, salga pato o gallareta, habrá sido intencionalidad o una simple casualidad? es una jugada arriesgada, pero bien vale la pena jugarla, con tan poco de aventura que la vida depara.
Un beso, querida Amelia

Gustavo Pertierra dijo...

Jajajaja, muy apropiado tu comentario, a veces los anhelos nos hacen ver insinuaciones donde solo hay torpeza, lo digo por tantas frustradas experiencias como la describes.
Un abrazo, querido amigo

Gustavo Pertierra dijo...

Hola Due, bueno genio, lo que se dice genio, no creo tener gran cosa, alguna que otra iluminación más producto de la insistencia que de la virtud inspiradora.
Gracias por dejar tu amable comentario, que tanto estimula.
Un abrazo, compañero

Noesperesnada dijo...

Muy bueno, como para ir de copas al bar El desacato

Gustavo Pertierra dijo...

Noesperesnada, ojala tengas suerte si pasas por el bar, pero atento con las copas, que como dicen "el alcohol aumenta el deseo y disminuye la capacidad".
Gracias por tu lectura y comentario.

Anónimo dijo...

Sencillamente sensual, y además excelente!