jueves, 10 de septiembre de 2009

Análisis del soneto "Sólo eso"


SÓLO ESO (SEGIS)


Nací con rabia y sed. con sed de sangre y guerra; 7a / 7B oóoóoóo / oóoóoóo
No importa cómo fue, tan sólo sirva eso. 7a / 7C oóoóoóo / oóoóoóo
Ya todo estaba escrito: mi dios. mi ley, mi exceso… 7d / 7C oóoóoóo / oóoóoóo
mi honor, también se dijo falaz; mi suerte, perra. 7d / 7B oóoóoóo / oóoóoóo
Sin embargo, una vez me prendieron un beso, 7a / 7C ooóooóo / ooóooóo
y otro día, también donde el alma se encierra, 7a / 7B ooóooóo / ooóooóo
un soneto tullido con renglones de sierra 7d / 7B ooóooóo / ooóooóo
desgarró mi bolsillo. Nada más, sólo eso. 7d / 7C ooóooóo / óoóóoóo
Ahora blando el verso incisivo y caliente 7b / 7E oóoóoóo / ooóooóo
que va de casa en casa saciando sed y hambre 7f / 7G oóoóoóo / oóoóoóo
en los ojos que atajo desnudos, frente a frente. 7h / 7E ooóooóo / oóoóoóo
No besa, no, es cierto; ni mata, ni resiente. 7b / 7E oóoóoóo / oóoooóo
¡Cuán lerda es mi venganza! Si acaso, en un calambre, 7f / 7G óóoooóo / oóoooóo
estremece un humano. Con eso, es suficiente. 7h / 7E ooóooóo / oóoooóo

Análisis técnico:

Se trata de un soneto de versos alejandrinos con rima invertida en los cuartetos y paralela abrazada en los tercetos. Incluye rima paralela asonante en los primeros hemistiquios y discurre a caballo entre dos tendencias rítmicas enfrentadas (por cuanto no propician la cadencia global, sino estrófica únicamente).

El argumento se desarrolla imbuido en una gran paradoja de fondo y forma; pretende justificar su mal comienzo para confesar un buen final. Aparenta un despotismo impío hacia su interlocutor que convierte finalmente en confidente y objeto principal de interés. Propone reiteradamente su voluntad de no contar (“sólo eso”) pero lo cuenta todo (como era lógico, por otra parte)( “¡Cuán lerda es mi venganza!”).


Dualidad y paradoja:

El argumento se presenta desde dos posturas simultáneas adquiridas por el narrador:

- Una, arrogancia colérica e intransigente que rechaza la empatía con el lector:
“tan sólo sirva eso.”, “Nada más, sólo eso.”, “saciando…en los ojos que atajo (el lector)”, “Con eso, es suficiente (dos cosas, la venganza y las explicaciones en el soneto)”.

- Dos, cesión en el rigor del tono para mostrar su vulnerabilidad:
“me prendieron un beso,”, “donde el alma se encierra”, “desgarró mi bolsillo”, “¡Cuán lerda es mi venganza! (estremecer a un humano es suficiente)”

Argumento apoyado en la rítmica:

Transcurre a dos compases, troqueos (´óo) y dáctilos (óoo). Cada uno de ellos conlleva una tensión y velocidad específicos (troqueos para tonos enfáticos, solemnes y activos, y dáctilos para tono más relajado y contemplativo).
En estos apoyos se organiza una primera estrofa iracunda y arrogante, una segunda estrofa concesiva, una tercera estrofa evolutiva mixta y una cuarta estrofa concluyente y rotunda, pero ubicada en el cariz de la segunda estrofa.

Elementos semánticos de relación:

“Nací con rabia y sed” Evoluciona hasta “saciando sed y hambre en los ojos que atajo” (Siendo leído).

“Ya todo estaba escrito” Evoluciona hasta “un soneto tullido … desgarró mi bolsillo” Apareció la poesía, lo que él tendría que escribir.

“con sed de sangre y guerra” Evoluciona hasta “Ahora blando el verso incisivo y caliente” (El valor de blandir da cobertura a la interpretación de rebajar la exigencia de su rabia al ámbito lírico, además de su acepción lógica).

“una vez me prendieron un beso” Evoluciona hasta “No besa, no, es cierto” La idea de que el beso sea prendido (incendiado, y extendido, y apresado) pretende provocar, junto con el descubrimiento de la poesía, la causa del cambio de actitud; de ahí, que su venganza ni besa (como a él) ni mata o hiere (como a él), sino que conmueve (como le ocurrió a él).

“mi honor, también se dijo falaz” Evoluciona hasta “¡Cuán lerda es mi venganza!” Si la venganza pretendiese enmendar agravios a su honor, decididamente, honor y venganza, resultarían ciertamente falaces; Sin embargo, esa lerda venganza es la que resucita cualquier ápice de dignidad que pudiera albergar su honor. Por eso, “Con eso, es suficiente”.


Valoración personal:

A pesar de celo estructural, obtiene una calidad estética bastante discutible; el argumento se digiere con dificultad (chocan los conceptos a la par que los ritmos, desarticulando una fluidez argumental, quizás, un tanto ambigua: Nací con rabia, ya todo estaba escrito, pero descubrí un soneto y ahora escribo poesía, y ésa es mi venganza… ¿De qué ha de vengarse, por qué basta con eso, si la venganza es ineficaz por qué no cambia…?)
Apuntaría a una debilidad acuciante de coherencia originada en el empeño de incluir más ingredientes circunstanciales de lo deseable.
Para mi gusto la composición debiera haber discurrido con mayor amparo armónico en los ritmos y mejor continuidad discursiva (sin tanto efecto de contrapunto). Hubiese prescindido del elemento del beso, cuya connotación sensiblera no se amolda al carácter del poema en ninguna de sus dos apariciones, ni le aporta nada. Hubiese tratado de evitar (en beneficio de las rimas internas) las asonancias “prendieron/beso, donde/renglones, bolsillo/incisivo, eso/verso, blando/saciando, mata/venganza, acaso/humano, estremece/suficiente”. El baile rítmico tampoco conduce a otra cosa que el tropiezo inarmónico. Y dado que el poeta demuestra una notable predilección por la partícula “eso”, hubiese encerrado en su reiterativa aparición el objeto principal del poema (la poesía, o la venganza poética) pero no una elisión imprecisa.






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2 comentarios:

Amelia dijo...

Bueno... ¿y qué dejas para el resto?. Jejeje.

Difiero contigo en la crítica mordaz que manifiestas en tu valoración, al menos, en el tema de los ritmos. Me gusta el efecto de contrapunto que has buscado y, creo, logrado, tanto más cuanto el propio soneto nos muestra dos aspectos dispares, el antes -rabia y, como tú mismo indicas, algo de arrogancia e intransigencia- y el después -complacencia ante el descubrimiento de esa poesía que se convierte en sentido (aunque sea un tanto como venganza. También difiero en ello, me gusta ese tratamiento)-. Así mismo, el desarrollo del soneto en alejandrinos, creo que es acertado para reforzar más esa "dualidad". (dos tipos de rima, la consonante propia del soneto y la asonancia en la rima de los primeros hemistiquios que, a mi entender -modestísimo- enriquece la sonoridad de la obra)

En resumidas cuentas, que me gusta un montón.

Por apuntar algo, tal vez hayas pecado un tanto en la intensidad de la arrogancia, en la dureza desgarrada conque presentas al personaje. Claro que esa misma dureza es la que, entiendo, justifica la intensidad de la sentencia final, "la venganza"...

Un besazo.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, bueno ¡Ya con tanto diferir!

¡Si digo que el soneto es una m..., es una m...! ¡Joer, que ésta es una de esas pocas ocasiones en que uno puede explayarse en su faceta destructora a sabiendas de que el autor no vendrá detrás exigiendo desagravio! :D :D :D

No, ahora en serio, por eso titulo el apartado como "Valoración personal"; queda claro que lo ahí expuesto entra dentro de las competencias de lo netamente subjetivo y de eso se trataba, de la valoración subjetiva que me supone -entendiendo que no tiene por qué ser concidente con el resto de lectores-

Pero vamos, que yo tengo claro que sales en defensa del soneto porque eres amiga del autor ¡No creas que me la vas a dar con queso! :D :D :D

Gracias por pasar y comentar, preciosa. Recibe un abrazo,

Segis