domingo, 1 de noviembre de 2009

Fragmentos funerarios



Un sueño se lanzó desde la altura
se partió en mil fragmentos funerarios
no fue cosa de días lapidarios
tan solo una penosa desventura

al ver la realidad, negra y oscura,
poblada de infalibles emisarios
que dicen que el puñal de los sicarios,
se apresta a resolver esta conjura

letal y burdamente elucubrada
contra el alma, que duele, que lastima,
que espera sin defensa la estocada

sintiendo que veloz ya se aproxima,
en la mano que fue la más amada
y que ahora su odio legitima.




7 comentarios:

José Antonio Fernández dijo...

Compañero Gus, me ha gustado cómo describes el fin de una relación, cómo pasa del amor al odio. El último terceto me ha gustado mucho.
Un placer.

Gustavo Pertierra dijo...

Gracias compañero José Antonio , por tus siempre renovados estímulos para este luchador del soneto y la poesía que pone todo su esfuerzo y dedicación para poder lograr algo.
Un abrazo amigable y cordial

ARGELIA PEREZ RUIZ dijo...

Gracias Gustavo por compartirnos este trabajo, es un gusto leer lo que escribes, en mi opinión, muy bien logrado. Un abrazo.

Gustavo Pertierra dijo...

El agradecido soy yo Argelia, por el ánimo que me dás y por haberte tomado el tiempo para la lectura de estos versos
Un cordial abrazo

Anónimo dijo...

¡Bravo, Gus!

Me has sorprendido muy gratamente en el aspecto de la redacción de este soneto. Te estiras con composiciones sitácticas amplias y desarrolladas (sobre todo en los tercetos) y rematas con efectiva paradoja en el último terceto donde distribuyes la conclusión milimétricamente; situación, antecedente y progresión en los versos prmero, segundo y tercero, respectivamente.

Buen tono en toda la composición que, si parecía de entrada débil, aumenta la tensión progresivamente y vigoriza con determinación el final.

¡Me ha gustado! Recibe un abrazo,

Segis

Gustavo Pertierra dijo...

Amigo Segis: ha valido la pena, modificar la rima, luego de tus siempre atinados consejos, para poder contar con semejante estímulo a mi modesto quehacer poético (si así se le puede llamar).
Te agradezco infinitamente, tus observaciones, que me ayudan a subir algún peldaño, en esta quimérica e infinita escalera, que la excelencia poética propone.
Un afectuoso abrazo.

Amelia dijo...

Sin duda las "estocadas" que más duelen son las que te pueda dar la mano más amada.

Terrible cuando el puñal que te secciona el alma es el que esgrime el que hasta entonces ha sido alguien muy querido.

Impresionante soneto, sin duda.

Mi aplauso más rendido ante un soneto de altura. Bellísima la ejecución, enriquecido con un vocabulario amplio y poco manido, y con un rotundo y contundente final que nos deja el corazón encogido.

Bravo

PSIQUE